En general, la mayoría de los pacientes pueden tomar sulfasalazina y experimentan pocos efectos secundarios. Los efectos secundarios más comunes son náuseas y molestia abdominal, lo que suele ocurrir en hasta un tercio de los pacientes en las primeras etapas del tratamiento. Los efectos secundarios graves como úlceras estomacales son menos frecuentes con la sulfasalazina que con los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) como el ibuprofeno (Advil) o naproxeno (Aleve).
Los efectos secundarios abdominales que se producen con la sulfasalazina suelen mejorar con el tiempo y suelen evitarse con el aumento gradual de una dosis baja inicial. La sulfasalazina también puede administrarse en píldoras con recubrimiento entérico (recubrimiento gástrico), que ayudan a evitar náuseas y malestar abdominal.
Únicamente el 10% de los pacientes que toman este medicamento sufre una erupción cutánea o dolor de cabeza. Otro efecto secundario, incluso menos frecuente en pacientes que toman este medicamento para la artritis reumatoide son las llagas en la boca, la picazón, los trastornos de la función hepática o problemas en los pulmones (poco frecuente).
Otro problema pueden ser las quemaduras o daños en la piel por la exposición al sol. Los pacientes que tomen sulfasalazina deben usar protector solar (FPS 15 o superior) cuando realicen actividades al aire libre y evitar la exposición solar prolongada. Algunas personas pueden generar orina de color naranja y hasta la piel puede volverse naranja. Esto no debe causar alarma. En general, este efecto secundario es inofensivo y desaparece cuando se suspende el medicamento.
En algunos casos, la sulfasalazina puede reducir la cantidad de glóbulos blancos en el cuerpo, provocando un mayor riesgo de sufrir infecciones. Esto no suele generar síntomas, pero puede detectarse mediante análisis de sangre periódicos realizados por su médico. La sulfasalazina también aumenta el riesgo de una reducción de glóbulos en personas que nacen sin una enzima llamada glucosa-6-fosfato deshidrogenasa.
El tratamiento con sulfasalazina suele considerarse seguro durante el embarazo, pero si busca quedar embarazada debe hablar previamente con su médico. Asimismo, la sulfasalazina podría reducir los niveles de folato (una vitamina) en el cuerpo y su médico podría recomendarle que tome un suplemento de ácido fólico mientras toma este medicamento, que es de especial importancia si considera quedar embarazada. Este medicamento no debe ser tomado por madres que estén amamantando, ya que aumenta el riesgo de sufrir un tipo de ictericia en el recién nacido (kernicterus) que puede provocar problemas cerebrales en infantes menores de dos años. En los hombres, la sulfasalazina puede reducir el recuento de esperma, si bien este síntoma puede mejorar luego de suspender la administración del medicamento.
Reacción potencialmente grave: la mayoría de las erupciones no son graves, pero en algunos casos los pacientes que toman sulfasalazina desarrollan una erupción más grave, que debe ser evaluada por su médico para determinar si se debe suspender la administración del medicamento.