Desafortunadamente no hay una prueba clara que indique la mejor manera de tratar la osteonecrosis, pero lo mejor es iniciar el tratamiento en las primeras manifestaciones, antes del hundimiento del hueso.
Tratamiento precoz: a menudo, el tratamiento se inicia con medicamentos para el dolor y limitando la carga de peso (como caminar) sobre la zona afectada. Este tipo de tratamiento conservador podría ser eficaz en pacientes con osteonecrosis temprana en pequeñas zonas del hueso. Pero no es eficaz para quienes padecen osteonecrosis de cadera o rodilla con empeoramiento de la enfermedad y hundimiento del hueso. Estos pacientes podrían necesitar procedimientos quirúrgicos para aliviar el dolor e intentar evitar el hundimiento del hueso.
Cirugía: cuando la osteonecrosis empeora, los pacientes podrían necesitar un procedimiento denominado descompresión del núcleo. Se quita una pieza (núcleo) del hueso de la zona afectada, para intentar mejorar el flujo sanguíneo.
En los casos más avanzados, se podría requerir un procedimiento denominado osteotomía. Durante esta operación, los cirujanos remueven el hueso muerto y vuelven a colocar el hueso restante para que el hueso saludable soporte la superficie articular que carga con el peso. Si ya se produjo el hundimiento del hueso en la articulación, estos pacientes generalmente necesitan un reemplazo articular total (artroplastia) de la cadera o rodilla. Esta operación debería aliviar el dolor y mejorar la función.
Otra opción de cirugía para casos avanzados es el injerto óseo. En este procedimiento, se toma una pequeña pieza de hueso saludable de la pierna de la misma persona y se la injerta (trasplanta) a la zona del hueso muerto. El injerto óseo mejora el flujo sanguíneo y el soporte del hueso que lo rodea.
Medicamentos: no hay un tratamiento médico comprobado para la osteonecrosis. Algunos estudios sugieren que el tratamiento a corto plazo con bisfosfonatos podría retrasar, mejorar o hasta incluso evitar el hundimiento del hueso en la cadera y la rodilla.