Necesita recibir un diagnóstico de miopatía correcto para obtener el mejor resultado posible. Los reumatólogos son médicos especializados en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de los músculos, las articulaciones y los huesos. Por lo tanto, están capacitados para realizar un diagnóstico adecuado de miopatía. También pueden aconsejar a los pacientes sobre las mejores opciones de tratamiento disponibles. Los médicos suelen recetar medicamentos para tratar estas enfermedades. Algunos de los tratamientos más habituales son los siguientes:
Corticoesteroides: en general, el primer tratamiento es la administración de corticoesteroides orales (por boca), como la prednisona, en dosis altas. Esto reduce la inflamación. Las enzimas de los músculos en sangre tienden a volver a su estado normal en 4 a 6 semanas del inicio del tratamiento. La mayoría de los pacientes recupera su fuerza muscular en 2 a 3 meses.
El tratamiento combinado: es probable que su médico agregue otra droga a su plan de tratamiento: metotrexato o
azatioprina. Esto proporciona un mejor control de largo alcance de la enfermedad y ayuda a prevenir los efectos secundarios a largo plazo de los corticoesteroides. Estos efectos secundarios son aumento de peso y redistribución de la grasa corporal, adelgazamiento de la piel, osteoporosis y cataratas. La debilidad muscular también podría ser un efecto secundario. Los pacientes que toman prednisona tienen riesgo de sufrir osteoporosis; por ello, deben recibir un tratamiento adecuado para prevenirla.
Tratamientos inmunitarios: los pacientes que padecen esta enfermedad en una variante grave o que no responden al tratamiento estándar tienen otras opciones. Estas opciones son la administración intravenosa de inmunoglobulina, también conocida como IVIg, o medicamentos que inhiben el sistema inmunitario. Estos medicamentos inmunodepresores pueden ser
ciclosporina (Neoral, Sandimmune), tacrolimús (Prograf), micofenolato mofetil (CellCept) y rituximab (Rituxan).
Fisioterapia: la fisioterapia puede ayudar a los pacientes con enfermedad muscular a seguir teniendo una vida activa. Junto con el ejercicio son importantes en el tratamiento de las enfermedades musculares. Los pacientes muy débiles que no caminan deben practicar ejercicios de amplitud de movimiento. Estos ejercicios evitan las contracturas en las articulaciones (deformidad articular). Las pacientes con debilidad muscular mediana deben comenzar un programa de ejercicios para fortalecer sus músculos. El objetivo es aumentar lentamente la intensidad a medida que el paciente recupera la fuerza muscular. Los pacientes con debilidad leve deben continuar realizando sus actividades habituales.