La fibromialgia no tiene cura. Sin embargo, pueden tratarse los síntomas tanto con medicamentos como con tratamientos no farmacológicos. Muchas veces los mejores resultados se logran con el uso de varios tipos de tratamientos.
Terapias no farmacológicas: las personas con fibromialgia deben recurrir a tratamientos no farmacológicos y a los medicamentos que les recomienden sus médicos. Los estudios demuestran que lo más eficaz es el ejercicio físico. A todo tratamiento farmacológico se le debería agregar ejercicio físico. El mayor beneficio se obtiene de los ejercicios aeróbicos regulares. Otros tratamientos basados en el cuerpo, como el tai chi y el yoga, pueden aliviar los síntomas. Aunque pueda tener dolor, el ejercicio físico de bajo impacto no será perjudicial.
La terapia cognitivo-conductual se centra en la comprensión de cómo los pensamientos y las conductas afectan el dolor y otros síntomas. Esta terapia y otros tratamientos relacionados, como mindfulness, pueden ayudar a los pacientes a aprender técnicas de reducción de síntomas que aplaquen el dolor. Mindfulness es una práctica de meditación no espiritual que cultiva la conciencia del momento presente. La reducción del estrés basada en esta técnica ha demostrado mejorar de forma significativa los síntomas de fibromialgia.
Otros tratamientos complementarios y alternativos (lo que a veces se denomina medicina integradora), como la acupuntura, la quiropráctica y los masajes, pueden ser útiles para manejar los síntomas de esta enfermedad. Sin embargo, muchos de esos tratamientos no se han probado como corresponde en pacientes con fibromialgia.
Es importante abordar los factores de riesgo y desencadenantes de fibromialgia incluidos trastornos del sueño, como apnea, y problemas de estado de ánimo, como estrés, ansiedad, trastorno de pánico y depresión. Esto puede requerir la participación de otros especialistas, como un especialista en medicina del sueño, psiquiatra y terapeuta.
Medicamentos: la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos ha aprobado tres medicamentos para el tratamiento de la fibromialgia. Entre ellos existen dos fármacos que modifican algunas de las sustancias químicas del cerebro (serotonina y norepinefrina) que ayudan a controlar los niveles de dolor: la duloxetina (Cymbalta) y el milnaciprán (Savella). También se pueden utilizar medicamentos más antiguos que afectan a estas mismas sustancias químicas del cerebro. Entre dichos medicamentos se encuentran la amitriptilina (Elavil) y la ciclobenzaprina (Flexeril). Otros fármacos antidepresivos pueden ser útiles en algunos pacientes. Los efectos secundarios varían según el medicamento. Consulte con su médico acerca de los riesgos y beneficios de sus medicamentos.
Otro medicamento aprobado para tratar la fibromialgia es la pregabalina (Lyrica). La pregabalina y otro medicamento, la gabapentina (Neurontin), bloquean la hiperactividad de las células nerviosas que transmiten el dolor. Estos fármacos pueden causar mareos, somnolencia, hinchazón y aumento de peso.
Se recomienda con énfasis evitar los medicamentos narcóticos opiáceos para tratar esta afección. La razón es que la evidencia de la investigación demuestra que estos fármacos no son de utilidad para la mayoría de las personas con fibromialgia, y causarán mayor sensibilidad al dolor o harán que el dolor persista. Si se necesita utilizar un narcótico opioide durante poco tiempo para tratar la fibromialgia, puede emplearse tramadol (Ultram).
Los medicamentos de venta libre como el acetaminofeno (Tylenol) y los antiinflamatorios no esteroides (comúnmente llamados AINE), como el ibuprofeno (Advil, Motrin) y el naproxeno (Aleve, Anaprox), no son eficaces contra el dolor de la fibromialgia. Sin embargo, pueden servir para tratar los desencadenantes del dolor. Por lo tanto, son más útiles en personas con otras causas de dolor, como artritis, además de fibromialgia.
En el caso de los problemas de sueño, algunos medicamentos para tratar el dolor también mejoran el sueño. Entre ellos se encuentran la ciclobenzaprina (Flexeril), la amitriptilina (Elavil), la gabapentina (Neurontin) y la pregabalina (Lyrica). No se recomienda que los pacientes con fibromialgia tomen píldoras para dormir como el zolpidem (Ambien) o las benzodiazepinas.