Aunque no existe una cura para la estenosis espinal, el ejercicio regular, los medicamentos y en algunos casos la cirugía, pueden proporcionar alivio.
Ejercicio
Ejercitar regularmente puede ayudar a construir y mantener la fuerza en los músculos de los brazos y muslos (los aductores de la cadera y abductores, cuádriceps e isquiotibiales). Esto mejorará su equilibrio, capacidad de caminar, agacharse y moverse, así como también el control el dolor. Un fisioterapeuta puede mostrar qué ejercicios son adecuados para usted.
Medicamentos
Los medicamentos de venta libre como el paracetamol (Tylenol) o antiinflamatorios no esteroideos (comúnmente denominados AINE), como el ibuprofeno (Advil, Motrin) o el naproxeno (Aleve, Anaprox), también pueden aliviar el dolor. Además, un reumatólogo puede recetar otros medicamentos para aliviar el dolor y/o espasmos musculares.
Inyecciones de cortisona (inyecciones de corticosteroide)
Las inyecciones aplicadas directamente en el área que rodea la médula espinal (conocidas como inyecciones epidurales) pueden proporcionar un gran alivio temporal y, en algunas ocasiones, permanente. Sin embargo, hay pocos datos objetivos que respalden el uso de las inyecciones de cortisona para la estenosis espinal y muchos estudios incluyen otras causas de dolor de espalda. Estas inyecciones se dan generalmente en forma ambulatoria en un hospital o clínica.
Cirugía
Algunos pacientes con síntomas graves o que empeoran (pero que salvo eso están sanos) pueden ser candidatos para un “laminectomía descompresiva”. Esta cirugía elimina los espolones óseos y la acumulación de hueso en la columna vertebral, liberando espacio para los nervios y la médula espinal. Posteriormente, los médicos suelen realizar una fusión espinal para conectar dos o más vértebras y brindar un mejor soporte para la columna vertebral.
Varios estudios recientes han demostrado que la cirugía genera mejores resultados que el tratamiento no quirúrgico a corto plazo. Sin embargo, los resultados varían y, como todas las cirugías, esta también implica riesgos. Algunos de estos riesgos son: formación de coágulos sanguíneos en el cerebro o en las piernas, desgarros en el tejido que rodea la médula espinal, infección, y daño a la raíz del nervio. Si bien la cirugía puede brindar un poco de alivio, no curará la estenosis espinal o la artrosis y los síntomas pueden reaparecer.