El bienestar psicológico y el apoyo social contribuyen más a tener una vida sexual satisfactoria que la condición de la artritis. Al separar las limitaciones que genera el dolor con respecto a la confianza propia, se pueden abordar de manera más práctica los cambios que produjo la artritis.
Planifique el sexo anticipadamente: Piense en los horarios del día en los que es más probable que se sienta con energía, para evitar que el cansancio y la rigidez se interpongan en una actividad sexual placentera. Por ejemplo, si tiene rigidez por las mañanas, es probable que la tarde o la noche sean horarios más adecuados para el sexo. Para estar más relajado, piense en estas medidas:
- Tomar una siesta antes de la actividad sexual.
- Tomar una ducha o un baño caliente, o utilizar una almohadilla térmica o frazada eléctrica para aliviar la rigidez y calmar el dolor articular y muscular.
- Programar la toma de los medicamentos contra el dolor de manera que alcancen su mayor efecto durante el sexo.
- Utilizar los masajes como método para relajar los músculos y las articulaciones, incluso como una forma de juego previo.
- Utilizar almohadas o sábanas enrolladas para dar apoyo a las articulaciones.
- Moderar el ritmo de las actividades cotidianas con el fin de reservar energías para usted y su pareja.
Las mujeres con artritis pueden tener sequedad vaginal, lo que puede hacer que la estimulación manual o la penetración sean dolorosas. Esto puede aliviarse mediante el uso de lubricantes a base de agua. Nunca utilice productos derivados del petróleo.
Sea creativo y comunicativo: Hablar sobre el sexo y la artritis puede resultar incómodo para usted y su pareja. En algunos casos, hasta su médico puede sentir incomodidad al tratar el tema. No permita que esa incomodidad se interponga en su camino hacia una vida sexual satisfactoria a pesar de la artritis. Hable con su reumatólogo cuando tenga alguna inquietud médica.
Hable abiertamente con su pareja para descubrir cuáles son las posiciones y técnicas que les ofrecen a ambos el mayor nivel de placer con el menor nivel de incomodidad. Con un poco de creatividad, paciencia y planificación, las personas afectadas por la artritis pueden descubrir y redescubrir el placer de la intimidad sexual.
Si lo desea, busque ayuda: Las relaciones sexuales se consideran una actividad cotidiana en el campo de acción de la terapia ocupacional. Si desea obtener ayuda para resolver problemas y participar en actividades sexuales sin experimentar exceso de dolor o estrés, un terapeuta ocupacional puede ayudar con la posición, el control del dolor, la modificación de las rutinas diarias, el control del cansancio y mucho más.