En la mayoría de las circunstancias, el análisis de los antecedentes médicos y un examen físico son partes fundamentales de la evaluación que se necesita para diagnosticar el dolor o los trastornos de cuello. En algunos casos, aquellas personas que no responden al tratamiento inicial pueden someterse a pruebas por imágenes especializadas, como radiografías simples, resonancias magnéticas (MRI) o tomografías computarizadas, para verificar si existen otros problemas en el tejido blando, hernias de discos, estenosis espinal, tumores o lesiones nerviosas.
Mantener el movimiento es una parte importante del tratamiento del dolor de cuello. El uso de cuellos ortopédicos debe mantenerse al mínimo.
Hasta que se resuelva el dolor de cuello debe suspenderse el ejercicio regular, aunque se recomienda realizar movimientos de cuello. Los movimientos de cuello lentos en todas las direcciones estiran los músculos que puedan estar excesivamente tensos. Este ejercicio puede producir un beneficio mayor si se realiza bajo un chorro de agua tibia durante la ducha. También puede pensar en la posibilidad de consultar a un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional que lo ayude de definir el plan de ejercicios y estiramientos más adecuado para controlar su dolor de cuello.
Los masajes con hielo de 5 a 10 minutos aplicados en un área dolorosa dentro de las primeras 48 horas del inicio del dolor pueden ayudar a aliviar el dolor al igual que el calor, que relaja los músculos. El calor debe aplicarse para tratar el dolor que dura más de 48 horas. En muchos casos, los analgésicos de venta libre, como el acetaminofén y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que incluyen la aspirina, son suficientes para controlar los episodios de dolor de cuello, y los relajantes musculares pueden ayudar a aquellas personas con movimiento limitado a causa de la tensión muscular.
Las personas que tienen mucho estrés pueden tener tensión en los músculos del cuello. Se ha comprobado que la masoterapia es de ayuda en los casos de dolor crónico en los músculos del cuello.
Una pequeña cantidad de pacientes con dolor de cuello, en particular los que tienen dolor en los brazos o signos de compresión de la médula espinal, necesitan una cirugía de columna cervical. Una nueva opción para la cirugía de cuello consiste en implantar un disco artificial. El dispositivo, elaborado con metal y plástico, es la opción adecuada para una pequeña cantidad de personas con dolor de cuello y ninguna otra anormalidad en la columna cervical más que un disco lesionado.